Soy chilena, psicóloga clínica y artista y vivo en Bristol hace diez años.

Comencé mi formación como como psicóloga clínica de Adultos en Chile donde recibí cursos y pasantía profundizando en una aproximación sistémica y terapia familiar. Mis primero trabajos fueron con adolescentes, adultos con diagnósticos severo de salud mental y también con niños separados de sus cuidadores y establecidos en hogares. Estas experiencias fueron fundamentales y marcaron mis años siguientes profesionalmente. Me mude el 2014 a UK para completar un master en Fine Arts y mi tesis fue acerca arte contemporáneo, feminismo y trauma. Luego realice el foundational course en psicoterapia sistémica en la Universidad de Bath mientras trabajaba como psicoterapeuta para Irmo (Indoamerican Refugee and Migrant Organisation) apoyando a Inmigrantes Latinoamericanos a acceder a los servicios de salud mental en UK. El nacimiento de mi primera hija me inspiro a formarme cómo Terapeuta de Juego el 2017 con PTUK y desde ahí he trabajado en escuelas primarias y jardín infantil acompañando a niños de 4 a 11 años terapéuticamente.

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Mi pasión es utilizar el lenguaje del juego, las artes, símbolos y otras metodologías creativas para apoyar a los niñes y sus familias en las dificultades que enfrentan. He trabajado en terapia individual y grupal con niños en establecimientos de educación primaria y en mi practica privada.

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Continuo como Psicoterapeuta de adultos y mi enfoque ha evolucionado hacia una terapia centrada en el cliente (Carl Rogers). Si bien integro modalidades sistémicas y narrativas, mi formación como terapeuta creativo me ha brindado de múltiples herramientas que puedo ofrecer a mis clientes, ya sea técnicas de mindfulness, historias terapéuticas, arte y caja de arena. Con los años he descubierto que el cuerpo es parte central en el trabajo terapéutico y me ha llevado a profundizar en formaciones en Polyvagal Theory y trauma.

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Mi experiencia como madre y mujer migrante me permitido procesar los cambios, desafíos y transformaciones en la identidad que esto conlleva. Vivir lejos de mi lugar de origen, habitar un segundo idioma, criar hijos en otra cultura me ha permitido acompañar a otras personas, niños y familias que navegan la experiencia de ser extranjero e inmigración.